En el tercer artículo de la serie sobre BIM, examinamos a qué deben prestar atención los promotores de proyectos.
El Modelado de Información de Construcción (BIM) te permite reunir información sobre un proyecto en un formato centralizado y accesible.
En los últimos tiempos, el BIM ha demostrado ser cada vez más beneficioso para la gestión de proyectos.
Permite una mejor colaboración y proporciona mucha información fiable para tomar decisiones sostenibles.
BIM proporciona a los gestores de proyectos las herramientas adecuadas para reducir errores, hacer más eficiente el trabajo en equipo, cumplir presupuestos y calendarios, mejorar la experiencia del cliente y ampliar las oportunidades de futuros trabajos.
En la fase de implantación, hay algunas cosas importantes que debes hacer y otras que no.
En el siguiente artículo encontrarás una guía útil para directores de proyecto sobre lo que se debe y no se debe hacer en la fase de implantación de BIM.
¿Qué tipos de inmuebles o proyectos estás desarrollando?
¿Son edificios enteros con predominio de oficinas o de uso mixto?
¿Vendes partes de inmuebles?
¿Alquilas el inmueble o lo utilizas como sede?
Deberías plantearte estas preguntas al analizar tus tipos de inmuebles y proyectos empresariales.
Comprender los tipos de proyectos y propiedades con los que sueles tratar te ayudará a determinar a qué tipo de casos de uso quieres servir con tus modelos.
Esto te permitirá establecer objetivos claros y definir exactamente lo que quieres conseguir con BIM.
Los casos de uso describen para qué se necesitan tus modelos y cómo se utilizan.
Si entiendes qué actividades realizas en las fases de planificación, construcción y explotación, puedes definir qué requisitos deben cumplir tus modelos BIM.
Derivar estos casos de uso también te permite pedir lo adecuado a tu consultor.
Por ejemplo, los casos de uso para el funcionamiento del edificio son mucho más importantes en las oficinas que en los edificios residenciales.
La realidad virtual (visualización VR) y la realidad aumentada (visualización AR), por otra parte, son muy útiles en proyectos residenciales para mostrar a tus clientes el aspecto que tendrá su piso, pero pueden no ser tan valiosas para vender un edificio de oficinas a un inversor.
También puedes utilizar los casos de uso para definir los objetivos del proyecto.
Como en los ejemplos anteriores, necesitas saber si tu edificio es de oficinas, residencial o de otro tipo, ya que esto indicará el tipo de procesos que utilizarás con BIM.
Una vez que tengas los casos de uso abstractos, conviértelos en requisitos concretos para los planificadores y contratistas.
Recurrir a un experto, ya sea un consultor interno o externo, puede ayudarte en esta tarea.
Los expertos en BIM pueden decirte si tus especificaciones son realizables y ayudarte a reunir toda la información existente.
Al pedir consejo a un experto, tienes más posibilidades de que tu proyecto salga adelante y puedes reducir el riesgo de fracaso.
La implantación del BIM es un proceso arduo y requiere tiempo.
Para tener éxito, se requiere perseverancia y paciencia.
Si tienes un Plan B como reserva, estás planeando para el caso de que falle el Plan A, lo que no debería ser el caso.
Tomarte tu tiempo durante la fase de implantación y asegurarte de que obtienes lo mejor de BIM es clave. Las investigaciones también han demostrado que un Plan B puede sabotear tu Plan A, ya que te da más seguridad.
Los Planes B reducen tu rendimiento en relación con tu objetivo principal al disminuir el deseo de alcanzarlo.
Conclusión intermedia: ¡Lo mejor es tener un plan A (implantación BIM) y ceñirse a él!
Determina lo que quieres conseguir.
De lo contrario, causarás más costes a tu empresa.
Intenta comprender tus objetivos con precisión y explícaselos a los expertos.
Si no lo haces, corres el riesgo de que se produzcan malentendidos y retrabajos que se acumulan.
La introducción de BIM tiene éxito cuando los promotores de proyectos comprenden que BIM implica procesos completamente nuevos y trae consigo nuevas oportunidades.
Así que no puedes compararlo con los proyectos tradicionales y hacer las cosas como las has hecho antes.
BIM es un método más nuevo y avanzado de crear y gestionar la información de la construcción.
Permite procesos mejores y más ágiles, completamente distintos de los enfoques tradicionales.
Para implantar BIM con éxito, lo mejor es replantearse cada paso del proceso general de tu proyecto para permitir una mejor comunicación, colaboración y toma de decisiones.
Cuando se trata de introducir nuevas formas de trabajar, a menudo te encuentras con la resistencia de tus empleados porque no se sienten cómodos.
Por eso es importante que no impongas el BIM a tus empleados.
En lugar de eso, intenta inspirarles comunicándoles todas las ventajas de BIM.
La dirección debe proporcionar apoyo suficiente para que los empleados se sientan animados y capacitados para utilizar BIM.
Apoya a tus empleados en temas de liderazgo relacionados con proyectos BIM e inspíralos para que cambien su mentalidad al respecto.
Proporciónales las herramientas necesarias.
Introdúcelos suavemente en el nuevo proceso en lugar de lanzarlos de cabeza.
El BIM es un enfoque excelente de los aspectos técnicos de la construcción.
Para que un proyecto BIM tenga éxito, el promotor del proyecto debe establecer un camino claro desde la fase de implementación.
Es la fase más importante de cualquier contrato y los pasos correctos en esta etapa repercutirán en el resto del proyecto.
La implantación de BIM requiere una reevaluación continua y puede ser un proceso arduo.
Pero con esta lista de lo que debes y no debes hacer, así como con las sofisticadas plataformas BIM, puedes estar seguro de que vas por el buen camino.
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